No metía goles... (Hasta que aprendí esta habilidad)
Verás.
He metido muchos goles en mi carrera deportiva.
He jugado en clubes muy potentes en Madrid.
He jugado como profesional en Escocia y en Islandia.
He disfrutado del fútbol porque el fútbol es maravilloso.
Pero ojo…
Porque también he fallado muchos goles…
Porque también he jugado en clubes regulares…
Porque también he jugado en el fútbol amateur…
Porque no siempre he disfrutado del fútbol…
¿Y sabes qué?
Que es normal, que el fútbol es cíclico. Es decir, a veces te va bien y otras tantas no te va tan bien. Y hay que aceptarlo. Nunca resignarse.
Hay que entender que cada fracaso te acerca más al éxito.
Hubo una época en la que no marcaba goles. Salía a los partidos sabiendo que no iba a meter gol…eso es muy duro. Muy duro.
Llegaba a mi casa frustrado porque yo quería meter goles pero no podía…no sabía cómo cambiar la situación.
Incluso llegué a dejar el fútbol durante 5 meses. Imagínate.
Mi sueño de ser profesional cada vez era más complicado.
Hasta que me di cuenta de algo.
Los profesionales tenían una habilidad que yo no tenía.
Me empecé a preguntar:
¿Cómo es posible que un profesional que falla un penalti en una tanda decisiva en una Eurocopa pueda llegar a los 50 goles en la siguiente temporada?
No sé tú, pero yo fallo un penalti delante de 60.000 personas y me voy a vivir a una cueva durante 10 años.
La habilidad especial es la de “Analizar y Guardar”
Cuando falles, analiza de manera objetiva. Pregúntate:
-
¿Qué ha pasado?
-
¿Cómo podría haberlo hecho mejor?
-
¿Qué es lo que tengo que mejorar para que no vuelva a pasar?
Hazlo sin culparte, sin remordimientos.
Analiza como si fueras un científico.
Una vez que ya sabes en lo que has fallado y cuáles son las acciones posteriores para que no vuelva a suceder…
Es el momento de guardar ese fallo en el cajón y cerrarlo con llave.
Porque el problema es cuando estás a punto de entrenar o jugar un partido y te viene a la mente el fallo de la jornada pasada.
Ahí es cuando tu confianza se desploma.
Un profesional es profesional porque sabe olvidar el pasado y se enfoca en el presente.
Es todo lo que importa. Ese partido. 70,80,90 minutos concentrado y con ganas comerte el balón.
No te imaginas la cantidad de goles que marqué después implementar esta habilidad en mi vida.
Jugaba los partidos sin esa mochila de piedras que no te deja demostrar lo que realmente vales.
Empieza a quitarte piedras y empieza a sumar goles.
Te acabo de dar una habilidad esencial para que tu hijo se convierta en un delantero goleador.
Pero sinceramente…
Esto no es nada para lo que enseño en el Máster de Solodelanteros semana tras semana.
Tengo alumnos que antes de entrar al Máster les costaba un mundo hacer gol y ahora meten gol en casi todos los partidos.
La confianza es clave y es lo que va a ganar tu hijo con nosotros.
Puedes ver toda la información para hacer la inscripción haciendo clic aquí
Un abrazo de gol,
Guillermo Lamarca